domingo, 29 de junio de 2008

Subterráneo

Sábado 28/6, 14,30 hs.
Línea E (Plaza de los Virreyes - Bolívar), Capital Federal, Buenos Aires.

Subió tapándose la cara con las manos y llorando a mares. Se sentó en el piso, junto a la puerta, y dejó a su lado una caja de cartón ablandado con señaladores y otras chucherías. Tendría unos 7 años, los ojos algo demacrados y era flaquito, flaquito.
Fue una mujer la que primero se acercó para preguntarle qué le pasaba. Acostumbrado a lo que viene de parte de los adultos, el chico no le quiso decir nada.
Mientras seguía llorando, se tapaba el rostro con los dedos entreabiertos, como cuando una escena de película de terror parece que va a calar tan hondo en nuestra mente que creemos no poder soportarlo. Curioso, él se tapaba para no ver y nosotros éramos los que observábamos. Traté de seguirle el juego y, empañando el vidrio de mis anteojos, entreabrí los dedos frente a mi pupila para hacerle alguna zonza y efímera gracia.
Un muchacho se le acercó y, en cuclillas, le habló durante un ratito. Se sacó la gorra, se la puso, lo intentó convencer de sentarse en un asiento y contar qué le había pasado, pero nada.
Con la excusa de correrlo porque, en cuanto la puerta abriera, la gente lo iba a pisar, yo también me aproximé al chico y le pregunté si podía ayudarlo en algo. Una vez. Dos veces. Tres.

—¿En qué? —me respondió.
—¿Cómo? —arrimé mi oído a sus palabras, metiéndome así en camisa de once varas.
—¿EN QUÉ?

¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
¿EN QUÉ?
—En lo que quieras: recién estabas llorando —respondí, con franca incoherencia, a lo más inteligente que escuché en todos estos días.
...
...
...
Hizo una leve negación con el rostro, se enjugó los mocos con la camiseta y agarró la caja maltrecha. Una vez más, la respuesta que esperaba se esfumó, como una fórmula alquímica que, por otra parte, tal vez dejó de buscar hace mucho.
El subte llegó a Independencia, las puertas se abrieron y yo creí salir primero: hoy, al escribir esto, siento que todavía no me fui de ese vagón.

miércoles, 25 de junio de 2008

Stop!

¿En qué momento empecé a decir, de las personas de 22 años, "es muy chico/a"?
¿En qué momento se decidió que era yo la que limpiaba el baño de esta casa?
¿En qué momento comencé a sentir que no podía irme a dormir sin lavar los platos?
¿En qué momento inicié las elucubraciones diarias sobre la cena cotidiana?
¿En qué momento elegí comprarme una crema para el contorno de ojos?

Cinco preguntas que confluyen en una misma inquietud,
que aparece de manera esporádica en este blog:


¿en qué momento empecé a atribuirme
conductas de gente grande?
Qué horror.
Help.

lunes, 23 de junio de 2008

Sinceramiento

"YOTEAMOVOSNO"
Pasacalle colgado en Av. San Pedrito,
casi llegando a la esquina de la calle Remedios (Flores, Capital Federal)

A pesar de que los pasacalles siempre me han parecido un regalo de lo más inoportuno, porque dejan al descubierto todas las aristas del cariño que a una le dan vergüenza (no hay artefactos de ésos que sean dignos), este modelo logró conquistarme. Su autor colocó esta nefasta banda de arpillera en diagonal y hacia arriba, dirigiéndose a uno de los balcones de la avenida donde, seguro, está su amada —porque siempre me imaginé que era un muchacho el de la idea—. Reúne resignación y esclarecimiento, algo de humor y un poco de reproche, ahorra súplicas humillantes y evita piropos grasientos. No necesita de un nombre de emisor, porque en una situación tan clara de desamor, todos sabemos en qué puesto jugamos.
Bueno, ojalá que ella cambie de opinión alguna vez, o que un tornado bien localizado se lleve ese señuelo al medio del incendio de los pastizales en el Delta.

miércoles, 18 de junio de 2008

Pócima

— Mi novio me trae, todas las semanas, dos bidones de clara de huevo que le da un amigo que trabaja en una heladería.
—Ah, buenísimo, te haces unas omelettes riquísimas que son pura proteína y no engordan.
—Si, yo les pongo un poquito de sal y las mando al microondas.

(Comentario de gimnasio al que asisto)

Si yo tuviera el cuerpo de esa chica, jamás consumiría nada blanquecino que me enviaran los amigos de mi novio.
La deidad le da pechos a la que carece de suspicacia. Así es la vida.

(Y sí, gente, el glamour me abandonó después de la crítica a Sex & the City —verán la ausencia de comentarios en ese post—, así que ahora me juego por las entradas para ver a Jorge Corona)

lunes, 16 de junio de 2008

Aj!

En sábados como éste, en los que a pesar de que me duele la cabeza y una gripe ronda mi sistema inmunológico decido limpiar el baño, acomodar la habitación y resucitar a la cocina, se reavivan muchos de mis taras y ascos domésticos que no creo superar jamás. La lista, claro está, siempre es parcial: a cada momento descubro más repulsividades dignas de ser contrarrestadas.

a. Peines sobre la mesa de la cocina o del comedor.
b. Pelos en la pileta de la cocina.
c. Etiqueta de las frazadas o sábanas del lado de la cabecera.
d. Zapatos debajo de la cama a la altura de mi cabeza.
e. Pileta de la cocina con una pátina de tierra y/o grasa por haber lavado los platos.
f. Acumulación amenazante de platos sucios.
g. Migas en el piso.
h. Piso con algunas manchas de líquidos o símiles vertidos.
i. Pelusas o cositas en la funda del colchón.
j. Zapatos que se posan sobre el acolchado o la frazada.

Si no me doliera tanto la cabeza, estoy segura de que hallaría más ítem para enumerar, pero éstos ya me han dado suficiente asco con sólo escribirlos.

viernes, 13 de junio de 2008

Conclusión

Últimamente, los viernes se me escapan como liebres.
Uf.

miércoles, 11 de junio de 2008

Baratijas

—Yo, tranquilo: hoy me levanté a las 11 y me fui a duchar escuchando al Potro*.
(...)
—Hoy puse "Fuego y pasión", ¿la conocés? Es del Potro. Bueno, puse el volumen a 32 y mi hermano me estaba tocando el timbre, así que nos peleamos un poco.
(...)
—¿A vos te gusta el Potro Rodrigo?

¡JOVEN ARGENTINO!
La chica que deseas conquistar tiene una mochila que dice "Rata Blanca" y acaba de mencionar, en una contradicción de la que el heavy ochentoso debería hacerse cargo, que aunque hace mucho que lo no lo escucha, sigue amando a "Tiziano"**.
Maldita sea, ¿hasta en eso ha involucionado el arte de la seducción? Mientras tanto, las mujeres siguen organizándose para ver el estreno de Sex & the City***, para ver a otras féminas que supuestamente tienen los mismos problemas que "nosotras" pero con 5 mil dólares más encima, en forma de zapatos, carteras y maquillaje.

Mujeres, un NO gigante al estereotipo de Sex & the City, aunque todas miremos la serie de tanto en tanto. Carrie es insoportable y las demás también. Cuando aparezca una película en la que los hombres vistan Armani y se junten en una cafetería de plástico para preguntarse por qué las mujeres no los vuelven a llamar o por qué no se quieren casar con ellos, vamos al cine en masa y con pochoclos.

*: se refiere a Rodrigo Bueno, el cantante cuartetero que levitó en forma horizontal y acelerada, sobre la ruta, hace un par de años.
**: ¿Ferro? Ay, Dios.
***: perdón a las amigas que sí van a ir a ver la película, pero lo de la involución masculina en el cortejo es un homenaje a ustedes (estamos a mano).

Chicle

En un día harto penoso y que no parece terminar (todavía tengo que bañarme, sí, a las 2 de la mañana), tengo por lo menos 2 afirmaciones para registrar aquí:

1. Sentir que, entre todas las responsabilidades domésticas de la jornada, encender el lavarropas y prepararme para colgar las prendas mojadas no me disgusta casi nada, me hace una traidora a mi etapa histórica femenina.
2. Cuando descubro, frente al espejo, que tengo cara de muerta ya desde el mediodía, es señal de que hay que regresar a casa a dormir y a comer. Nada bueno puede salir de esa jornada. Y lo he comprobado más veces de las deseables (hoy, por ejemplo).

lunes, 9 de junio de 2008

Expansiva

Visto y considerando que Insolada, este humilde pasquín, recibió el Blogger Sapiens Award, premio destinado a los blogs "instructivos y entretenidos a la vez", ahora me toca pasarla y que no vuelva. Aquí van mis primeros 3 elegidos (me quedan 2 más para elegir):

Banda Dibujada
Dibujos para Minitas
TodosGronchos

P.D.: debido a las características del galardón en cuestión, tuve que obviar mis queridos blogs amigos de "diario íntimo", los que me divierte muuuuuuucho leer pero, me parece, no van pa' esta ocasión.

viernes, 6 de junio de 2008

Migajas

Rodriguez Peña, a mitad de camino entre Córdoba y Viamonte (Capital Federal, Buenos Aires).
19:00 pm aprox.

Un coche negro —de esos que son muy lujosos y se encargan de ese color porque parece más sofisticado— estaba mal estacionado en uno de los tramos del cordón de la cuadra por la que yo caminaba.
La patrulla de control vehicular hacía mucho ruido de metales, para indicar "estamos trabajando", pues se aprestaba a colocar el cepo al superauto.
El dueño del superauto —chico-bien de Barrio Norte, con chalina de ésas que si un hombre se las pone en Lanús se tiene que mudar de distrito— le hablaba bien cerca al hombre que hacía la multa y, en un momento, hasta le puso la típica carita de argentino de:

"Papá, ¿cómo me vas a hacer esto a mí? ¡Mirá qué lindo chiche te dejé estacionado en esta calle apestosa! ¿Viste qué lindo queda? Si te hubiera encajado un Torino*, vaya y pase, ¿pero vos viste a esta belleza?".

El inspector ponía cara de:

"Así son las leyes, yo no puedo ser flexible con vos".

Yo terminé la cuadra, doblé una vereda hacia la izquierda y dejé un sobre en un edificio. Volví por la misma cuadra, casi segura de la decepción.
El chico-bien estaba en su auto, al que había puesto en marcha, continuaba en el lugar prohibido y arreglaba un próximo llamado telefónico con una chica. Debido al depósito de unas minucias financieras a un hombre débil y fácil de confundir en su posición subordinada, posiblemente no se pueda comprar otra chalina esta semana.
A veces espero que la ciudad me sorprenda alguna vez, pero aún las terminales multidireccionales de ómnibus siguen siendo mi meta.

* Aguante el Torino.

jueves, 5 de junio de 2008

Aguord

¡Por fin alguien que vierte unas gotas de Chanel N°5 en este espacio que yo vaporizo, de tanto en tanto, con Sweet Honesty de revista!

La excelente Dolores Fancy y su excelente blog han premiado a estos apuntes hediondos como un blog instructivo y entretenido, en el marco de un grupo de otros colegas seguramente más dignos que yo de recibir ese galardón. La verdad, creo que no se trata de una broma —ahora hay premios bloggers circulando por el mundo— y de todos modos he decidido creerlo y festejarlo

porque la página de Dolo es muuuuuuuy interesante (recomiendo visita urgente),
porque me halaga mucho que se haya acordado de alguien tan poco glam que prueba comida de gatos para saber por qué les gusta tanto,
¡y porque nunca me gano nada!

¡Gracias muchas!

P.D.: sí, yo también me quedé pensando en lo instructivo. Adónde ha ido a parar la formación de conocimiento, che.
P.D.2: lo de la comida de gatos anula el potencial instructivo de este espacio. Igual, no devuelvo el premio, avisé.