miércoles, 11 de junio de 2008

Baratijas

—Yo, tranquilo: hoy me levanté a las 11 y me fui a duchar escuchando al Potro*.
(...)
—Hoy puse "Fuego y pasión", ¿la conocés? Es del Potro. Bueno, puse el volumen a 32 y mi hermano me estaba tocando el timbre, así que nos peleamos un poco.
(...)
—¿A vos te gusta el Potro Rodrigo?

¡JOVEN ARGENTINO!
La chica que deseas conquistar tiene una mochila que dice "Rata Blanca" y acaba de mencionar, en una contradicción de la que el heavy ochentoso debería hacerse cargo, que aunque hace mucho que lo no lo escucha, sigue amando a "Tiziano"**.
Maldita sea, ¿hasta en eso ha involucionado el arte de la seducción? Mientras tanto, las mujeres siguen organizándose para ver el estreno de Sex & the City***, para ver a otras féminas que supuestamente tienen los mismos problemas que "nosotras" pero con 5 mil dólares más encima, en forma de zapatos, carteras y maquillaje.

Mujeres, un NO gigante al estereotipo de Sex & the City, aunque todas miremos la serie de tanto en tanto. Carrie es insoportable y las demás también. Cuando aparezca una película en la que los hombres vistan Armani y se junten en una cafetería de plástico para preguntarse por qué las mujeres no los vuelven a llamar o por qué no se quieren casar con ellos, vamos al cine en masa y con pochoclos.

*: se refiere a Rodrigo Bueno, el cantante cuartetero que levitó en forma horizontal y acelerada, sobre la ruta, hace un par de años.
**: ¿Ferro? Ay, Dios.
***: perdón a las amigas que sí van a ir a ver la película, pero lo de la involución masculina en el cortejo es un homenaje a ustedes (estamos a mano).

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