lunes, 4 de junio de 2012

Amorfos

Las famosas "redes sociales" —que suelen limitarse a sólo una: FBK— sirven para generarte culpas retroactivas por las trayectorias de ciertas personas con las que una ha mantenido una relación en lel pasado. Parientes lejanos que, vaya a saber por qué, se han hecho "amigos" y mandan cadenas horribles de mensajes de superación personal, compañeros de colegio que publican indeclarables orientaciones políticas, contactos que parecían amistosos y se suman a campañas online de lo más apestosas (al estilo de "Yo soy de la mitad que mantiene a la otra mitad", por ejemplo) y, cuándo no, fotos cruzadas de amoríos adolescentes a través de las que se puede observar cómo sobrelleva la adultez aquél que no se animaba a darte un beso a la salida de computación o de gimnasia. Pues bien, ya he referido alguna vez que de aquellos vínculos, uno de mis pretendientes es seguidor de la página de Prat Gay; hoy descubrí que, como si todo eso fuera poco, hay otro que se pinta los labios para salir a la noche. No es travesti: sólo se pinta los labios para salir a la noche. Y yo que creía que habiendo fletado al muchacho que militaba con López Murphy, en el rancio Adrogué, ya estaba salvada de la vergüenza. Cuánta desilusión.