Fui a la Feria del Libro.
Mi concubinovio era uno de los firmantes invitados del día. Eso, muy lindo.
Pero el balance de todo lo demás:
* Libros muy, pero muy caros.
* Mucha, pero mucha gente.
* Ningún, pero ningún mapa o indicación para encontrar stands.
* Nada, pero nada de Brancamenta para degustar.
Pensaba buscar EL libro que me revelara los vericuetos de mis temas de trabajo, LA novela que me dejara impávida frente a las páginas, sin poder hacer otra cosa, pero, al final, me llevé Aventuras íntimas de Belle de Jour - Diario de una prostituta. La Feria me suele funcionar para esas cosas.
5 comentarios:
laura un poco desorganizada la feria y encima algunos incidenttes que todos ya sabemos un gran beso
hubieras venido a visitar mi stand: troqueladoras con forma..una fiesssta.
Carlos: sí, la verdad es que la Feria no fue tan plácida estos días. Tal vez Caetano la haya tranquilizado a partir de ahora. Abrazo!
Pilar: ¡me perdí las troqueladoras! Los stands más chicos son los más disfrutables en la Feria. Si vuelvo, me voy directo pa'llá! Besos!
Creo que nunca encontré libros baratos o alguna oferta que me hubiera reconfortado por la entrada y la cantidad de gente que me tenia que bancar
ene: totalmente de acuerdo contigo. El concepto de "feria" está bien lejos de la Feria. Beso!
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