domingo, 7 de febrero de 2010

Pluvial

Desde hace algún tiempo tengo la leve impresión de que la lluvia y yo siempre elegimos el mismo trayecto. Algo así como la Pantera Rosa y su nube personal de tormenta. En estas vacaciones en Uruguay, lo confirmo. Es posible que la Corriente del Niño esté haciendo de las suyas, pero sigue siendo algo raro que en Colonia, en Montevideo, en Piriápolis y en San Gregorio del Polanco, donde estamos ahora, no hayamos experimentado la sequedad agobiante de un día de alta temperatura. El tiempo de sol siempre se ve coronado por un chaparrón más que suntuoso, que a veces también aparece sin el primer factor (el sol). Tampoco hay teclados mínimamente aceptables, y de ahí la poca frecuencia que tiene Insolada por estos días.
Aunque, laverdad-laverdad, es que la estoy pasando genial bien lejos de las computadoras y mucho más cerca de los mapas para decidir nuevos destinos en los que, por supuesto, también lloverá. Tacuarembó, prepará el piloto que ya sacamos pasaje para mañana. Diluvio gardeliano.

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