sábado, 1 de agosto de 2009

Solidaridad

Hace algunos meses, mi padre me llevó a Olivos para hacer una entrevista.

Papá: ¿A quién tenés que entrevistar acá?
Insolada: bueno, tengo que hacerle un reportaje a una sexóloga.
(sigue el mismo orden de interlocutores)

—¿Sexóloga? ¿Vos elegiste a quién reportear?
—No, me lo encargaron en la revista. Si no, ni borracha vengo hasta Olivos sin que me paguen taxi y molestándote a vos para que me traigas.
—A una sexóloga... ¿y cuál es el tema de la entrevista?
—"Cómo liberarse de las trabas que impiden disfrutar del sexo" o algo así.
—¡Ja, ja! ¿Y cuáles son esas trabas?
—La verdad, creo que la principal es tener que ir a Olivos un martes a la noche para hacer un reportaje. El resto de las trabas no me las imagino. A menos que hablen de "los trabas".
—¡Trabas!!!! Ja, ja*! Claro, ahí cambia la cosa.
—Sí, pero me aclararon que son "las trabas", es un poco más sencillo de preguntar.
—¿Y cuándo sale la revista?
—Creo que en el número de abril. Sí, calculo que en abril.
—No, yo digo para comprarla.
—Pá, entiendo que quieras tener las cosas en las que trabajan tus hijas, pero acá no sale ni mi nombre. Ni te molestes en aportar para la editorial.
—No, es que a mí me interesa la nota. Entonces, ¡pasame el archivo!
—Pá, creo que éste es el momento en que debería bajarme del coche. No me importa si estoy en medio de la autopista.
—No, en serio, pasame el reportaje cuando lo hagas que se lo leo a tu madre. Creo que le va a servir.
—Papá, por favor te lo pido. No profundicemos en el tema. No te olvides de que soy hija de los dos. Siempre termino por enterarme de cosas que no debería haber ni escuchado.
—Bueno, bueno, entonces vos pasámelo igual que yo no te cuento lo que hago con la nota. Hacé de cuenta que la tengo para ver cómo escribiste.
—Papá, estoy a punto de tirarme del auto. Yo te paso el archivo y vos nunca más me hablás del tema, ¿OK?
—Bueno, bueno... Es que creo que eso precisa tu madre. Debe ser algo de las trabas.
—¡PAPAAAAAÁ!!!!


Chan, chan III.

* A mi papá le encantan, le encantan, le encantan, las alusiones de doble sentido o con un solo sentido de carácter sexual. Y puede repetirlas hasta el hartazgo o hasta que peligra su integridad física (que, dado lo grandote que es, es algo que jamás pasa).

3 comentarios:

Junior dijo...

jajajajajajaja!!!!genial!...tu papá se está ganando un lugar entre los personajes a descubrir en la trivias que nos ponés a los que leemos tu blog.

MaGui (Sí, sí... la misma) dijo...

Que groso tu viejo. Y te entiendo, mi papá contaba una y otra vez un chiste del perro violador de ovejas! jajajaja

Adrimosar dijo...

los papás son así... "dan pa´todo". me gusta ese personaje, es divertido. besos