Siempre tuve un deseo que, sé, nunca cumpliré: saber mucho de música. En verdad, creo que es una metamorfosis que surgió a partir del doloroso descubrimiento de que no tengo oído, que soy una bestia en las lecciones de música y que me encuentro lejos de tocar algo distinto del Himno a la Alegría con un dedo sobre el teclado.
Pero cuando digo "saber mucho de música", es Mucho.
Recitar la formación de un grupo de rock de los 70; conocer los cambios de baterista de la banda más ignota del oeste del Gran Buenos Aires; saber quién fue el productor del disco más virtuoso y menos vendido de la banda X; ostentar con el comentario de quién grabó el bajo como invitado en el disco bla, bla, bla del grupo Y; recordar alguna declaración de músico que me permita lucirme en reuniones con musicófilos; reconocer la cara de los integrantes de las bandas que me gustan, cuando salen sin el resto de sus compañeros; distinguir en términos auditivos un estilo de otro; conocer cuándo un sonido es "sucio"; valorar el uso de una marca de instrumento en lugar de otra; aprender autores de temas fundamentales y las alianzas que estuvieron detrás de la composición.
Pero no, me sale mejor acordarme de los mediáticos de los 90 y, a lo sumo, puedo citar algunas groupies bizarras, si de rock estamos hablando. ¿Quieren escuchar el Himno a la Alegría? Aprovechen: hoy justo me pinté la uña del virtuoso dedo índice.
4 comentarios:
vos sabés que me pasa exactamente lo mismo??
de verdad. desde chica mi sueño de la vida es tener datos musicales, millones de ellos, almacenados en la cabeza
yo me sé la formación del grupo Kaniche
Apa! Entonces será que Dios nos cría y el viento nos amontona...?
Yo tb pertenezca a este clú, muchacchas!
Bueno, hay cosas peores que no recordar cosas musicales o desconocer quien hizo que con cual... como olvidar todo tipo d cosas utiles y no acordarse si uno mismo hizo algo y con quien lo hizo jajajaja
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