jueves, 2 de abril de 2009

Campaña

El devenir laboral hizo que, a partir de marzo, me levantase a las 6am tres veces por semana y, en esas mismas ocasiones, deba tomarme un colectivo a las 6,45am. Comprenderán el humor, el fastidio y el ánimo derrumbado que acompaña todas y cada una de esas travesías.
Aunque lo había anunciado en un post de hace casi un año —y no es mi intención repetir temas, aun cuando mi vida se vuelva cíclica y sin mayores novedades—, la conjunción de tiempo y espacio, a bordo del 180 (X155) se me ha vuelto insoportable por culpa de ellos, los que ponen música con su celular sin utilizar auriculares.
Si bien estoy evaluando que esa línea de transporte concentra a los pasajeros con menor coeficiente intelectual de la Capital Federal y aledaños, también me autoviolento cuando veo que todos los que escuchamos sus porquerías no le pedimos que apague ese aparato y se deje de joder. La tibieza argentina se actualiza en esos viajes, y ninguno de nosotros intenta modificar esa muestra de prepotencia tecnológica que, encima, toma la forma de una salsa o de un cumbiatón (cumbia + reggaetón) que amerita un botellazo craneal. Desde este humilde foro, luchemos para tomar medidas en forma urgente, y así volver a leer/dormir/vegetar/planear en los colectivos de la ciudad.
He dicho.

3 comentarios:

Cameron West dijo...

es cuestion de decirles amablemente.... si se niegan golpearlos violentamente...
Simplemente un verbo y un adjetivo.
que en realidad no es un adjetivo sino otra cosa que ahora no me cuardo porque lo di hace mas de 25 años... pero vos entendes la idea.

MaGui (Sí, sí... la misma) dijo...

Ya sabés lo que opino del estratégico uso de la puteada en momentos exactos.
Hazlo, te produce ferhormonas y adrenalina. Eso si, después a sufrir las consecuencias

Anónimo dijo...

Si, a esta altura nos ha pasado
a todos. Sin embargo ocurren otras
cosas muy parecidas, como la musica
ya no de esos cabezones sino del
cabezon que puedas tener como
vecino o la del que la lleva en su
auto, a todo volumen, siempre
ordinaria, de pesima calidad
sonora, etc. Y tambien pasa lo
mismo con el cigarrillo o el
estornudo ventanillas hacia
adentro. Y otros casos que
felizmente en este momento paso
por alto. Que se yo. Al parecer
lo mismo le pasa a ustedes, nos
vemos puestos a prueba de
innumerables maneras y bueno,
una de ellas es a traves del
ejercicio de la paciencia, o
para el reaccionario, del
ejercicio de la reaccion. Y creo
que en el fondo es igual, ambas
opciones requieren importantes
y dificiles de conseguir
niveles de habilidad. Yo
modestamente me vuelco por el
ejercicio de la paciencia. La
reacción es la orma en que alguien
o algo se comporta ante un
determinado estímulo.
La paciencia es la capacidad de
padecer o soportar algo sin
alterarse o la facultad de saber
esperar cuando algo se desea
mucho.
Elijan.