Coca: Buen día!
Insolada: Buen día!
—¡BUEN DÍAAAA!
—Buen día, Coca, ¿cómo va todo?—Bien, querida, por suerte!
—Me alegro, yo ahora me voy a la panadería, ¡hasta luego!
—Enhorabuena, andá querida!
— ¡MUY BIEN! ¡QUE COMPRES ALGO MUY RICO!
(Regreso a casa, luego de comprar)
—Chau, Coca, hasta luego!
—Adiós, querida!
—¡HASTA LUEGO! ¿LA VECINA NUEVA, NO?
—Sí, sí, yo soy la vecina nueva...—BUENO, QUÉ BIEN, ¡BIENVENIDA!
—Bueno, ajá, gracias!—DE NADA! MMMMHHH...
Parafraseando a Pinti,
Se van los gobernantes,
Se van los aplausos,
Se va noséquémás...
QUEDAN LOS EVANGELISTAS
(puerta a puerta)
Ya husmeo un timbrazo a las 9 de la mañana. Que Satán me ampare.
4 comentarios:
9AM: Vecina toca el timbre con un objeto contundente semejante a una azucarera.
Para evitar a los evangelistas y otras sectas mediocres lo mejor es poner una estrella de cinco puntas en la puerta. Los espantas ni bien se acercan.
Y para el caso de la azucarnática, un cartel que diga: 'En esta casa somos todos diabéticos/hipetensos/cleptómanos' o la enfremerdad que sea dependiendo de la ocasión.
Saludos
En mi edificio hay una vecina que vive en el primer piso y abusa del único ascensor que hay, cocina churrascos con la puerta abierta y está convencida de que, después de los 35, o después de haber tenido hijos, las parejas ya no tienen más sexo.
Un lindo semillero.
Cuando era adolescente les abría la puerta a los de la "Atalaya" con unas remeras de Kiss y les decía que, "no, gracias, soy satánico". Después me di cuenta que los de Kiss eran fachos.
Y que yo era un pelotudo.
La Atalaya (o la Despertad!), aún hoy, sigue siendo una gloria absoluta.
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