EL JUEGO DE LA VIDA LE HACE MUY MAL A LOS CHICOS.
Estamos en Argentina, no en Noruega. Y no hay por qué crecer con la meta de ser un buen ciudadano que paga sus impuestos.
Dejando a un lado la pútrida defensa al capitalismo que se hace en todos y cada uno de los casilleros, los participantes definen sus logros en términos de casarse, tener hijos, adquirir un seguro, pagar cuentas, comprarse un auto, luego una casa, comprarse un auto más grande y luego otra casa más; duplicar el salario, después triplicarlo y después volverse accionista. Si fuera un juego argentino, le faltaría ir a la iglesia todos los domingos y despreciar a los pobres que los esperan en la puerta, añorar a Mennnnnem (aprovechen para tocarse), mirar con buenos ojos a Lavagna y a López Murphy, y votar a Macri.
Jamás se divorcian, se equivocan de carrera, deciden golpear a su jefe, se hacen homosexuales, adoptan los tríos como forma de vida, consumen alcohol, se dejan llevar por algún que otro vicio, cometen infidelidades, alquilan una casa, luego regresan a la de sus padres porque no pueden pagar el alquiler, estallan de angustia por la incertidumbre, se enamoran hasta quedar idiotas o interpretan papelones en las reuniones sociales.
Odio El Juego de la Vida, porque es lo menos vital que he conocido.
10 comentarios:
Lo mejor es que, cuando perdés (o sea, cuando no te volvés millonario), vas a una casita a practicar la FILOSOFIA (en serio, eso es fracasar para el juego de la vida).
La casita del filósofo, igualmente, no está tan mal.
'Te has casado - Recibe 100.000 de cada participante'
¡Patético!
Saludos
jajaja...muy bueno.
voto por prohibirlo, es enfermante. saludos...
En el "juego de la vida" nunca faltan los psicoanalistas o terapeutas, pienso, para rearmar los "castillos en el aire". Quién dijo yo?
Horrible. El juego de la vida es un espanto.
Beso!
Insolada qué casualidad!
Acabo de postear algo relativo a ese juego también!
jaj
saludos!
Malísimo el juego de la vida, y no sé si viene al caso de tu post, pero deberían dar de baja a este juego y poner alguna ley para que sea obligatorio jugar al TEG. Qué gran juego por Dios!!!!!!!
Ja! Cuánta razón, cuánta razón!!!!
No puedo más que concordar con ud sra.
el juego de la vida es lo mas triste. y encima los autitos eran horribles...
muy buen posteo y blog saludos!
Cuando tenías hijos, a veces, había que morder los muñequitos para que puedan entrar en el cochecito.
Vaya metáfora sobre la castración en la sociedad capitalista.
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