miércoles, 30 de abril de 2008

BorderLine

Concretar la compra de un auto batatón y reanudar mi psicoterapia son dos deseos siempre pendientes de concreción, para los que, suelo decir, necesito un empujón del destino para hacer que finalmente, se hagan realidad.
Aunque después me digo que el destino tiene tantas obligaciones que nunca va a encargarse de una dubitativa como yo, haciendo un viaje hasta Flores sólo para decirme: "¡dale, estúpida! ¿qué esperás?".
Teniendo en cuenta la sobrecarga de ocupaciones del azar, mi madre ha decidido darme un aventón psychomaternal, de ésos que le salen muy bien, así que hoy pedí una entrevista con la psicóloga.
Es curioso cómo una llamada por teléfono, de ésas que conocés de toda la vida, puede dejarte, otra vez más,
tan enclenque

y

dispuesta a las adicciones evasivas:

TV,

estudio,

comida,

blog...

2 comentarios:

Andre dijo...

Y? Cómo fue lo de la psicoloca?
Noticias? Algo?

Anónimo dijo...

ay! pensándolo bien, que feo suena PSICOTERAPIA. (y yo voy dos veces por semana hace 2 años!)