Cada enero me doy cuenta de por qué no uso agendas, a pesar de todo lo que me gustaría:
todavía no encontré una actividad que supere en aburrimiento a la de pasar los números de teléfono de un directorio a otro.
Estoy usando una agenda 2007 (regalo de cumpleaños 2006) porque aplacé un año esta soporífera tarea: hoy a la tarde me dispuse a llenarla minuciosamente con los datos necesarios, pero dejé la tarea a la mitad.
Tal vez, la desorganización y el caos que me caracterizan insisten en no pasar de moda y, así, luchan por imponerse y dejar a un lado las hojas planificadoras y pro-memoria.
2 comentarios:
yo reconozco que no usé nunca, hasta que me dí cuenta que me ayudaba a sobrellevar el papelón de olvidarse de los cumpleaños. Ahora "recuerdo" todos y encima el/la cumpleañero/a en cuestión me dice "ay pero qué memoria nena". Qué triste conclusión ja.
en la foto estas igual a BJORK !!!
jijiji...
saludos...
Maxi
Publicar un comentario