viernes, 4 de enero de 2008

Negación

Como si se tratara de una microrebelión neurológica, el cerebro se niega a respetar las reglas ortográficas de la Real Academia Española.
Es una situación de resistencia eficaz y sostenida, que indica la necesidad de un descanso y el extraordinario tedio en el que han caído mis dedos, cansados de los muchos meses que bailan sobre el teclado: como me he esforzado (sin desearlo) por desoír sus avisos, y continúo tecleando y tecleando, se declararon en huelga y me hacen enrojecer con errores ortográficos hacia los que se dirigen sin miramientos, como si se burlaran de mis decisiones motrices y neuronales.
Las S y las C se confunden siempre para mal; las palabras que provocan incoherencias en las oraciones surgen como por arte de magia; las H se borran de mis recorridos mecanográficos; las construcciones disléxicas hacen su aparición como vedettes de la textualidad...
En verdad, creo que la única regla que mi cerebro y mis dedos están dispuestos a aceptar es la de la V/B, para que, cuando escriba "Vacaciones" en mi rutina y en mis actividades planeadas, no haya lugar para confusiones. Ya llegará el día, chicos, tengan paciencia.

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