viernes, 30 de septiembre de 2011

Incógnita

Subte B. Jueves 9 de la noche. No podía ser tan difícil conseguir un asiento a esa hora y con una panza ostensible de 7 meses, pero sucedió: vagón lleno y gente que se hubiera sacado los ojos con una cuchara sólo para no tener que levantarse. Así es como formulo mi mantra urbano para mis adentros: "bueno, muchachos, uno de ustedes va a tener que perder: es cuestión de (poco) tiempo". Una pareja acaramelada frente a mi abdomen: ella focaliza mi mitad de cuerpo y le dice a él, al oído: "Está embarazada, me parece". Él me mira y le dice "nooooo". Ella insiste: "sí, está embarazada, habría que dejarla sentar". Él chista, esquiva la mirada y hace como que no se dio cuenta. Llegamos a la próxima estación y un asiento se libera, justo delante del caballero que tenía oportunidad de sumar puntos para su dama y que ella no evaluara firmemente la posibilidad de llegar siquiera a Est. Lacroze con ese mamarracho. Me siento y me quedo mirándolo fijo hasta llegar a la otra parada. Él me mira; primero interpreta que lo quiero conquistar, luego entorna los ojos y se da cuenta de que es una burla, y trata de mantenerse firme mientras me le sonrío. Finalmente, decide ser el primero en desviar la línea de fuego y le dice a ella, en un rapto de lucidez: "sí, al final estaba embarazada". Una oportunidad menos para ser digno y quedar bien con su cita gracias a algo muy barato.

2 comentarios:

DemasiadoListas dijo...

Si forro!!! estoy embarazada!!! era para gritarle en la cara!!
y susurrarle pa que la mina escuche "no puedo creer que salgas con este mequetrefe"

(M)

El titán dijo...

Hay gente que nunca se entera de nada...