sábado, 13 de noviembre de 2010

Caluroso

Después de un viernes agitado, zapping de sábado mientras trato de encontrar fuerzas espirituales para hacer lo que tengo que hacer -que siempre me parece lo último que debería hacer en un día como hoy, en que lo único recomendable es ir al parque hasta que se haga de noche.

Entonces, como si fuera el manotazo de ahogado de yapa, escribo un nuevo post. Pero no es un post al pasar, uno que retrata un momento de mi jornada indescriptible. No. Éste es un post de ubicación espaciotemporal, porque entre tanto agobio que tengo hoy -tomar de más ayer, no encontrar el arroba en esta nueva y bella computadora, tampoco los signos de guión que son los que tengo que usar para escribir, sólo pensar en ir al parque, saber que tengo ropa húmeda en el lavarropas que espera ser colgada, etc.-, encontré ese vistazo de brújula que me permite saber que, sí, otra vez, empezó el maldito verano. No es el poder quedarme en musculosa sin recurrir a la campera; no es tener que calzarme para salir a la terraza porque las baldosas me derriten los pies; no es que la gata esquive mi cercanía para dormir, porque para calurosa ya está ella; no es la sensación de que en marzo creías que ibas a hacer 35 cosas y, en noviembre, te das cuenta de que apenas llegarás a cubrir 2 y media; no.
Es que Él está de regreso.
Al son de "Viniste con las chicas, ¿son hermanas, no?"; "Veo que te gustan las montañas"; "¿El culote es tuyo?"; "En las afueras, ¿selva amazónica o campo árido?", el baboso de Crónica* está de nuevo entre nosotros. Notas en Parque Norte, en las piletas hiperpobladas de Capital Federal, a la pista de las noventosas que toman sol en tanga en las plazas de la ciudad, él no pierde pisada ni oportunidad de que se atraganten los mates ante cada pregunta. Una mezcla de Luis Almirante Brown (en la segunda parte de la performance), José Luis Gioia y Jorge Corona, disfrazado con la cara del más estúpido de la cuadra, y el peinado del nabo de 7mo. grado. Él llegó y nosotros temblamos. La temperatura no tardará en subir.





* En casa, y en virtud de que es la tercera temporada en la que seguimos su carrera, nos animamos a la confianza y gritamos "Uy, ¡llegó el pajero de Crónica, vení, mirá!". Pero ustedes evalúen el grado de cercanía que deberían tener con este personaje.

2 comentarios:

MaGui (Sí, sí... la misma) dijo...

jajaja es de esos que jamás se acercarían a mi, no sólo por mi cara de ojete, no sólo porque lo escupiría y luego lo mearía por machista baboso hdp, sino porque estoy en el margen turbio de "los bagartos a los que nunca les haré una nota en bikini"... una lista con la que el baboso de crónica cuenta y sabe usar estratégicamente

Mária dijo...

Jajaja, buenísimo.
No conozco al tipo de Crónica, pero ya lo tengo bien imaginado -aunque inimaginable-
Me uno al deseo del parque o cualquier actividad al aire libre!
Pero bue, mientras sigo frente a esta máquina del or, y de cuando en cuando, doy unas vueltas por el ciberespacio...para insolarme o inmolarme!
besos!