Días libres en la playa.
Las Toninas, para más datos.
Frío, sol escurridizo y playa vacía.
Momento ideal para ensayar lo que nunca debería haber planeado:
Sesión de actividad física autodidacta sobre la arena.
Una rutina planteada más o menos así:
5' corriendo, 5' caminando. Repite 4 veces y se termina corriendo. Luego, tanda de abdominales de varias clases. Se cierra con espinales entusiastas sobre el camino de madera de la entrada.
Puedo asegurar que la Naturaleza me llamó y me convocó, durante todo mi físicoproyecto, hacia el sedentarismo: nunca en mis jornadas playeras, en verano o en invierno, encontré tantos caracoles de ésos que tienen el ruido del mar adentro, más las conchillas en tonos rosas y violetas que son mi fetiche arenero. En consecuencia, terminé trotando como una gallina espantada con el bolsito lleno de mis tesoros, con la campera enredada y el celular haciendo sonar las alarmas a toda hora. Un espectáculo digno de olvidarse.
1 comentario:
No, la carcajada que largué con este post no se puede explicar en este comentario...
Me mataste!!!
Que viva insolada! que viva!!!
(M)
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