lunes, 1 de marzo de 2010

Valoración

Decididamente, tendré que buscarme otra ocupación para declarar si me preguntan las chicas de gimnasia. Tal vez sea bailarina de caño, stripper de Pinar o escort por horas. Explicar de qué trabajo me resulta no sólo tedioso, sino también fallido. Hoy volví a caer, frente a una asistente novata que, días atrás, me dijo que se cansaba pronto porque trabajaba 12 horas parada. Frente a eso, no hay mucha competencia de displacer. Pero hoy creo que me odió para siempre.

Ella: ¡estoy muy cansada! ¡No llego, después de tantas horas parada!
Yo: sí, la verdad es que es un esfuerzo. ¿Dónde trabajás?
Ella: en un negocio de Flores.
Yo: ah, ¿y ni una banquetita para sentarte un rato?
Ella: ¡no, qué banquetita ni banquetita! ¡Estoy parada!
Yo: bueno, calculando que es un negocio, podrías pedir que cada tanto te dejen descansar, digo.
Ella: no, ni ahí.

(Rutina de aero-box. Cuando termina, después de tomar agua, recomienza el diálogo)

Ella: ¿dónde trabajás vos? ¿Por acá?
Yo: no, no, en el centro.
Ella: ah, ¿y qué hacés?
Yo: eh, bueno, trabajo mitad en la facultad y sigo ese trabajo en casa la otra mitad de la semana —esto es, trato que esquivar el "qué" enfatizando el "cómo".
Ella: ah, en casa, ¿en casa de familia? ¿Trabajás en casas de familia?
Yo: no, no, trabajo en... bueno, trabajo dentro de la facultad.

(Rutina de mancuernas y sentadillas. Durante el ejercicio, insiste)

Ella: la verdad, no entendí nada lo que me dijiste.
Yo: está bien, no es importante. Si no, después te explico.

(Comienza la rutina de abdominales. Cuando pienso que se va a aburrir de lo pendiente, regresa)

Ella: hasta "facultad", entendí.
Yo: bueno, sí, trabajo en la facultad.
Ella: ¿cómo administrativa?
Yo: no, en una parte dedicada a la investigación. Tenemos un proyecto y lo investigamos durante algunos años. Por eso, como el tiempo que estoy en el instituto no alcanza, sigo en mi casa.

(Aquí comienza el lugar común que todo becario estatal/universitario debe afrontar)

Ella: ¿pero quién te paga? ¿Quién te subsidia?

(En este punto, lo que hay que contestar es: "sí, lo que estás pensando. Me pagás vos, y también me pago yo misma. También se subsidian la Iglesia y los colegios privados y nadie dice nada", porque es la forma de abreviar las explicaciones sobre la necesidad de la formación en investigación científica por parte del Estado)

Yo: la universidad me paga.
Ella: ah, ¿y a vos te pagan por hacer eso?
Yo: sí.

Revoleo de ojos + esquiva la mirada + mueca de la boca hacia abajo + resoplido + silencio.
La próxima, repito, digo que soy bailarina de caño, stripper en Pinar o escort por horas. No sé quién me manda a abogar por la sinceridad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, yo trabajo en investigacion en el estado....pero nunca me reprocho nadie nada...densa la minita.

Laura dijo...

Anónimo: sí, un poco densa, y extrañamente no volvió en toda la semana. Suerte la tuya, que esquivaste comentarios insidiosos.