miércoles, 20 de enero de 2010

Penitencias

Suele decirse que una labor es "un sacerdocio" cuando se le quiere atribuir más esfuerzo del que realmente demanda. O tal vez requiera tanto trabajo, pero lo cierto es que se desea que eso se note. Bueno, el trámite de sacar unas 300 fotocopias en enero consistió en el choque de dos sacerdocios: el que fotocopia y la que encarga (es decir, yo).

Antes de tener las fotocopias: el encargo
Rosario, lunes 11 am.
—Hola, qué tal. Mirá: tengo que sacar muchas fotocopias de diferentes libros y cuadernos y hoy me voy para Buenos Aires. ¿Se pueden tener para hoy antes de las 6 de la tarde?
Respuesta 1° local: no, ni loca. Esto me lo tenés que dejar y te lo hago en un par de días, porque si no se me recalienta la máquina.
Respuesta 2° local: ahora tengo sólo impresora láser, 40 centavos la copia. Creo que te va a salir mucho, ¿no?
Respuesta 3° local: creo que llegamos, pero el tema es que tendrías que venir 6 o 6 y media, porque cerramos toda la tarde, dado que nadie encarga fotocopias en enero, ¿viste?
Respuesta 4° local: hacemos lo que podemos, pero en general tendrías que venir justo cuando abrimos, para que podamos tenerte el pedido a eso de las 7 de la tarde.
Respuesta 5° local: si se trata de cuadernos a los que se le puede quitar el ganchito, o de anillados que podemos desarmar, el encargo va en el día. Si es un libro, sí o sí queda para el día siguiente, porque hay trabajo manual de pasar las páginas.

Al final, los autores de la respuesta 4 y la 5 se pusieron las pilas y, cada uno con su estilo, me completaron el encargo. La segunda parte transcurre en una librería de Buenos Aires.

Después de conseguir las fotocopias: el anillado
Floresta, martes 18 hs.
—Hola, ¿qué tal?
—Y, ahora que te veo a vos, ¿cómo voy a estar? ¡Mejor!
—Bué. Igual, el verano nos devasta, así que es lo que hay. Menos mal que por lo menos la gente se fue.
—¡Es lo que digo yo! Hay que aprovechar el verano en Buenos Aires.
—Y sí, e irte en marzo en contra de todos los que vienen.
—Mirá, no digas más porque me muero de la alegría. ¡Por fin alguien en este mundo que me da la razón! Llegás temprano a todos lados, vas en moto tranquilo, porque es la verdad: los chorros se fueron para la costa, los negros también, así que la ciudad es una maravilla.
—Eh, bueno, mirá, yo tengo estos dos bloques de fotocopias para anillar...

Lo dicho: hay actividades de riesgo que se esconden detrás de los deberes más aburridos. Hay que tener cuidado.

1 comentario:

Ari dijo...

En la fotocopiadora de enfrente de la facu tenían un cartel que decía "hacemos fotocopias, no milagros". Los de la esquina, la competencia, habían puesto: "hacemos fotocopias y milagros". La primera cerró, los de los milagros siguen facturando.