—Sí, pero dentro de unas semanas, cuando venga el albañil. Te avisé con tiempo porque, me imagino, encontrarle un lugar a la moto no debe ser sencillo.
—No, pero cuando necesites el espacio yo la dejo un rato en la vereda. Total, con candado no creo que le pase nada.
Ya no sé cómo decirle a mi vecino post-adolescente y a su familia que la moto en el pasillo molesta. Que ME molesta. Es increíble el nivel de negación y de mehagoelsuperidiota que puede llegar a tener un vecino. Para evitar la confrontación directa, utilizo tácticas laterales que todavía no están surtiendo efecto, a saber:
- Los primeros días, cuando ellos no sabían que yo ya sabía que la moto era de su hijo, salía al pasillo y gritaba "¡Otra vez esta moto! ¿De quién será?". Resultado: silencio.
- Los segundos días, cuando la noticia ya era pública, gritaba en mi patio de PH que era inútil pasar "esas cosas grandes" por el pasillo, porque en el medio estaba la moto y no las íbamos a poder sacar a la vereda. Resultado: silencio.
- Los terceros días, decidí hablar por teléfono con mi madre, también gritando, diciendo que no podía entender cómo no se daban cuenta de la desubicación de dejar una moto en el pasillo. Resultado: silencio.
4 comentarios:
O en todo caso no estaría mal...total está en el pasillo, cortar pseudoneuronalmente el cable del ascelerador y/o freno de la moto!
Ojo x ojo, cable por cable...dicen!
Beso, y ya se que los puedo llamar por TE.
Amiga! muchos post en poco tiempo, no llego a comentar!! con lo que me gusta meterme en todo!
Bueno, probá con un "che, la verdad me caés simpático y tu moto está buena, pero en el pasillo estorba y no me parece que la tengas que dejar ahí".
Tomalo como un ejercicio, es hora de ser in-editadamente cruel y directa jaja
no me gustan las motos. me aterran (tanto como me aterra todo lo que no puedo "manejar")
ofréndala al universo ladri
ellos sabran recompenzarte
muy interesante tu blog, recienlo descubro.
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