— Y no, a Silvia no le va a gustar la noticia. Sobre todo porque yo le dije que si volvía a tener otro, me lo tenía que criar ella.
(...)
— Claro, porque cuando tuve a mi tercera hija, ella me operó para que no tuviera más. Y ahora estoy embarazada. Se va a llevar una sorpresa.
Sí, aunque no creo que se sorprendiera/espantara tanto como yo, que me había convertido en paciente de "Silvia" (médica ginecóloga compartida con la futura mamá) con fines de prevención de salud y de maternidad. Ahora sabía que, aunque me hubiera hecho un montón de exámenes para que me recomendara métodos anticonceptivos, no estaba muy segura de escuchar sus consejos. Pero el propio accionar de la galena me dio la sabia pauta de la huida: no sólo se había olvidado de para qué eran todos los análisis que me había indicado, sino que abrió un ropero diciéndome "a ver, cuál te puedo dar para que no las compres", y me brindó generosamente una caja de píldoras vencidas en agosto del año pasado.
Yo no creo en las ginecólogas del Opus Dei, pero que las hay, las hay. Y una de ellas atiende en la calle Nazarre (Villa del Parque, Capital Federal).
5 comentarios:
Por mi Zeus!!!!
Dios!!!
Cómo es posible, eh?
Parece de peli, ponele
El opus dei llega a cualquier parte
Saludos
jajaj bien que la dejaste!
era una irresponsable social importante, según lo que llegué a escuchar de tus relatos.
Nada de esto pasaría si Polino atendiera en calle Nazarre.
Se recibió en la misma univeridad de Giselle Rimolo
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