El momento más difícil en la vida de un redactor:
Cuando el precio de la escritura de cualquier nota, más allá de la investigación que se necesite, es inferior al cachet de las modelos que utilizan en la misma editorial para que, durante 1 hora y media, muestren sus pompis a la cámara.
Estoy segura de que a ellas ya no les importa que se les diga "mujeres-objeto" ni que se las corra con epítetos tales como:
"ey, tus nalgas son las que valen esto"
"ey, al final no sos más que un par de cachetes posteriores"
"ey, no sólo hacés fotos sino que también les alegrás la tarde a los diseñadores",
así que les envío mis más sinceras felicitaciones, provenientes de lo más hondo de mi... alma.
1 comentario:
lo más pior, triste y cierto, es que, mal que nos pese escucharlo de ellas mismas...estas chicas son pura genéticaaaaaaa!!! o sea, ni con que encima viene de arriba uno puede enojarse.
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