1. Pensar: ...
(Para estar siempre bien, otro maldito libro de autoayuda)
Van a llevar a la pobre gente al infierno.
Pero hay más:
Vamos a una fiesta y durante dos horas se cuentan chistes. Al día siguiente no recordamos ni uno. Eso sucede porque mientras alguien cuenta un chiste, estamos ocupados tratando de recordar el próximo chiste que contaremos antes de que alguien nos gane de mano.
Dos observaciones:
1) ¿Alguien resistiría una fiesta en la que los invitados cuenten chistes durante dos horas? Aunque lo intentes, debe ser muy peligroso: podés terminar escribiendo libros de superación personal.
2) Siempre creí que no me acordaba de los chistes porque tanto no me habían hecho reír, o porque había tomado de más. En este último caso, la risa tiene un origen turbio, y no puede atribuirse sólo al cuento humorístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario