lunes, 9 de enero de 2012

Continuidad

3 señales de que mi actitud integral seguirá siendo tan bizarra e inconducente como antes del 18 de diciembre, día en que nació mi hija:

- En medio de la operación que la extrajo, confundí el olor a quemazón del cauterizador de mi propia carne con un interesante aroma a comida, "a calentito", para referirlo textualmente. Bendiciones alucinógenas de la anestesia y de una cesárea el domingo al mediodía.
- Estando internada, llamé al servicio de instalación de aires acondicionados para avisar que no vayan a casa porque si bien habíamos arreglado cita para el 20/12, se me había adelantado la fecha de parto y no iban a encontrar a nadie. Que disculparan.
- Cuando a la madrugada me quedo dormida y en lugar de pasar 3 horas, transcurren 4 antes de volver a darle de comer, le digo entre lágrimas: "hija, tu madre es Courtney Love, perdoná, no va a volver a pasar". Y pasa de nuevo, obvio.
- Ahora, mientras escribo esto y vuelvo al blog después de varias semanas, ella patalea despierta en el puff que está atrás mío. Todavía no me organicé para bañarla en un horario humano, y suelo sacarla a hacer trámites con la ropa con la que durmió, porque mi capacidad para armar una mañana sensata es equivalente a cero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, hemos agregado un trackback (enlace hacia este artículo) en el nuestro ya que nos pareció muy interesante la información detallada pero no quisimos copiarla, sino que nuestros lectores vengan directamente a la fuente. Gracias... www.simitporplaca.net