jueves, 21 de abril de 2011

Estresha

Hasta dos, lo admito y lo admiro. Pero seguir tres carreras universitarias me parece un signo irrefutable de padecer problemas sociales. Así lo pensé cuando un Ignatius Reilly vernáculo se apostó en la clase del seminario al que asisto, y afirmó cursar "derecho, sociología y ciencia política". El mundo de la universidad está muy lleno de esos personajes: por lo general son gigantes, desmesurados en su cuerpo, su voz y sus movimientos, tienen apariencia de sucios o de transpirados, vienen siempre con la misma camisa, y todo el tiempo interrumpen una exposición para derivar el tema hacia lo que se sienten más orgullosos de haber leído: con frecuencia, autores alemanes por los que literalmente ponen en juego su continencia urinaria y, como es de esperar, la pierden.
Pero, además de pensar sobre él cuando irrumpe en mi sopor cotidiano como alumna, ahora le agregué el deseo de apuñalarlo con un lápiz de mina mala, made in China. Ese sentimiento destructivo surgió en mí con el siguiente diálogo:

Profesora: bueno, si alguien quiere preparar un texto para alguna clase, y exponerlo, yo no tengo problema.
Ignatius: eh, a mí me gustaría trabajar el texto de msssrpppplumnerbant (autor alemán).
Profesora: ¿sí? Pero ese texto tiene 1800 páginas.
Ignatius: en mi edición de MFJSC tiene 1400 páginas, eh?

Espero que este fin de semana religioso lo encuentre atrapado en un huevo de Pascua gigante, y que para el martes aún no haya podido salir. No creo que sea mucho pedir.

3 comentarios:

Sofía dijo...

inevitable encontrar de esos especímenes en la fauna estudiantil, es mucho pedir.

MaGui (Sí, sí... la misma) dijo...

Justo justo a esa clase llegué tarde!
Peor lo mío: que me conoce y me sonríe buscando complicidad, con lo mucho que odio a esa clase de gente.
Ya lo dijo mi padre "desconfía siempre de una persona que tenga promedio más alto que nueve" y nosotros le agregamos "o 3 carreras universitarias completas"

Anónimo dijo...

In cre í ble.
Llegué acá de casualidad, no sé quién escribe este blog y esto es lo primero que leo.
Pero puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que estoy cursando el mismo seminario que vos.

Me da un poco de impresión.

(y sí, sostengo el anonimato!)