Y justo cuando mi amiga (M) me comenta que, por ahí, el perro me mordió sorpresivamente porque percibió que un espíritu extraño me acompañaba —y no se refería a mi ánimo—, el cantero de la vereda de casa es el escenario de un extraño mensaje.
Hace varios meses, decidí plantar un aloe vera en la puerta de casa, considerando que era una planta aguantadora y sin demasiado valor comercial como para que cualquiera nutra su kiosco de oportunidades arrancándola. Creció contra viento y lluvia, contra los pis de perro y contra los culopesado que arrojaban su bolsa de basura desde el umbral y, oh casualidad, siempre encestaban en el medio de sus hojas. Un día, se hizo fuerte y tuvo un hijo: un pequeño brote de aloe que apareció a su lado. Otro día, algún bienaventurado desconocido decidió que estas plantas crecerían mejor en sus macetas y se las llevó. Debo decir que la extracción fue prolija y hasta nivelaron la tierra.
Hoy, apareció el brote-hijo en el mismo lugar donde estaba antes del hurto. Un poco más grande, pero rozagante, firme, y como diciendo "Vilma, ya llegué". ¿Cargo de conciencia? ¿Un caso de aloe zombi (que opine el experto)? ¿El aloe aprendió el camino a casa y se escapó de su lugar de captura? Un verdadero misterio, que no tardará en ser objeto de un nuevo robo.
3 comentarios:
Después de 10 años sin plantas en casa, hoy, hace diez minutos traje un Aloe Vera. Lo dejo sobre la mesa, prendo la computadora y leo esto. Botánica y un carajo, lo voy a atravesar con una estaca...o una bala de plata, o...cómo era??
Fasmid! Dejala nomás y cuidala. Quién sabe, por ahí estos brotes que se hacen llevar serán los heraldos frente al Apocalipsis. A mí me daría más miedo atacarla que mantenerla. Saludos!
Menos preguntas y más certezas amiga...no estás sola!!! tu sombra no es SÓLO tu sombra!!! jajaja
El perro lo vio..y el brotehijo no se lo quiso perder así que dijo "okkk solo en esta maceta pero yo el espectáculo de convivir con insolada no me lo pierdoooo"
(M)
Publicar un comentario