El viernes me mordió un perro callejero grandote y me dejó un hueco divino, apto para lapicero o para papel enrollado que se puede leer en 50 años —conmigo viva o muerta—, en la parte de atrás del brazo.
7 días de vacunas, 2 días de refuerzos, antibióticos y antiinflamatorios. Sin embargo, estaba convencida de que la rabia igual me había llegado cuando vi en la TV:
- Standaperos por Telemax (gracias M. por el dato de su existencia).
- La producción de Wojtyla, el musical, hecha por unos scouts católicos que cumplieron 40 y no saben qué hacer con su inutilidad.
- La presentación de Breeders, el negocio de unos grasas de Patio Bullrich que matan animales hermosos para hacer tapados horribles, presentado por Leticia "Muñeca" Carosella en Chic (hagan como que escriben en el aire, que ése es el código de la gente bián que actúa pásimo).
- Una entrevista de Anabela Ascar a Alejandra, una pintoresca meretriz vestida como Madonna en los 80 que pasó por "todo", pero que conoció la superación espiritual cuando, a mediados de los 90, un cliente le dijo que venía de una dimensión extraterrestre y quería salvarla. Me quedé esperando que le preguntaran si le cobró el servicio o no.
1 comentario:
a mi me mordió una vez un perro de la calle en maraja y lo extraño era ke veía el agujero que había dejado pero no me saliá sangre. De más está decir que nunca fui al hospital, creo que no me pasó nada. Salvo por la crisis del 2001 y que no se fue nadie.
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