domingo, 25 de mayo de 2008

Desazón

Ayer terminé, no sin algún nudillo en la garganta, el libro Amor y anarquía (Martín Caparrós). La protagonista, Soledad Rosas, que se suicidó en Italia, con 24 años, por su amado y por su causa (en ese orden o a la inversa, qué más da), tuvo como texto guía para su final a El Manual del Guerrero de la Luz, del milesdeepítetos Pablo Coelho. Lo que me hace pensar dos cosas:
1. Adónde ha ido a parar el anarquismo (especialmente en su cuna italiana) que los luchadores toman como referente a este autor: ningún Bakunin, ningún texto libertario de esos que exudan energía; ¡en la cárcel se prestan y se recomiendan El Manual del Guerrero de la Luz! ¿Qué está sucediendo?
2. Este episodio, que data de 10 años ya, demuestra una afirmación que sostengo sin pausa: Coelho hace mal, muy mal, mucho peor que lo que parece a simple vista. Y escribe horrible.

1 comentario:

Xaj dijo...

1- Coelho hace mal, si, mucho.
2- Escribe mal, si, mucho.
3- Muchos "anarquistas" sólo buscan amor, entre otras cosas. Freud se haría un festín. Y Althusser también.

Saluditos.