—¿Ya fuiste al baño, mi amor? ¿Cuántas rayitas te salieron?
— Cuatro, ¿son cuatrillizos, entonces?
— Mmmmh, no sé, no sé si me da para tanto.
Sólo cuando escuché este diálogo bromista, hot y flirteador entre dos alumnos de 5to. año me di cuenta de lo ficticias que habían resultado mis pocas entradas simulando tener 16. Lo que escuché mientras tomaba las Evaluaciones del Operativo Nacional de Educación, y bla, bla, bla, fue mucho más de lo que había supuesto oír, y motivó la suspensión hasta nuevo aviso de cualquier intento por emular los discursos de la adolescencia.
Ninguno de nosotros, ilusos de más de 20 y/o 25, podría sostener dos horas de respuestas y comentarios dignos de Jorge Corona, que surgen ante cualquier (absoluta, completa y totalmente cualquier) situación de diálogo cotidiana: "uy, ¿me prestás la goma?", "¿vas por la 4 o por la 7?" o "¿ya terminaste?" puede desencadenar una tempestad lingüística que haría poner colorado hasta al viejo e insoportable Tangalanga.
Opino que habría que suministrar drogas gratis a los docentes. Nadie puede tolerar tanta presión continuada de doble sentido sexual (¿existirá alguna otra forma de doble sentido?).
1 comentario:
Perdón por no ir eh! Pero bueno, me olvidé completamente... usted también! ni un mail recordatorio
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