viernes, 17 de agosto de 2007

Paciencia

—Mmmh, seguís con esos anteojos, eh?
—Sí, claro.
—Ahora se usan más finitos, más chiquitos.
—Alguna vez me renovaré, por supuesto.
—Y sí, habría que cambiarse el armazón, ¿no?

El dueño y cajero de la panadería sigue juntando números para la rifa de la trompada.
Y todo este dialoguito por unas tentadoras porciones de budín de pan que me hacían ojitos desde la vidriera. Mi carne es débil (y no sólo mi vista).

(La primera parte de esta relación tormentosa se encuentra en "Miopía")

2 comentarios:

c. dijo...

la próxima que pase por ahí vamos juntas y le hacemos algo, dale?
qué se creen...
(me olvidé los anteojos en yoga. estoy usando el par reemplazante. nadie dijo nada por acá).

Anónimo dijo...

Un fenomeno el panadero!! Jajaja.
Que bien le vendría a muchas personas cuestionarse el armazón y plantearse la posibilidad de cambiarlo alguna vez, no?
Saludos.
\_O_/