miércoles, 28 de abril de 2010

Proporción

—La verdad, se coge poco y mal. Sobre todo, se dice que se coge más de lo que realmente sucede. Y ahí está el origen de la mayoría de los problemas.
Mi psicóloga.

Me quedé con las ganas de preguntarse si el origen era que se fornicaba poco, o que se presumía de hacerlo más. Pero ya estábamos en otro tema, y todos sabemos que el tiempo de la sesión pasa volando.

martes, 27 de abril de 2010

Gastronómico

Papá: ¿qué aprendiste en ese curso de cocina que hiciste hace un tiempo?
Yo: nos enseñaron comida macrobiótica, algo así como la combinación de sabores y de colores para llegar a un equilibrio energético y bla, bla, bla.
Papá: ¿pero vos estás desequilibrada? ¿Tenés algún problema?
Yo: no, tengo un desequilibrio normal, qué sé yo.
Papá: y si no estás tan desequilibrada ni mal, ¿por qué comés tantas cosas raras?

sábado, 24 de abril de 2010

Cocinero

—Llegó el momento de hacer un poco de mi magia.

Con este anuncio estelar, el vendedor de Frávega nos introdujo en el mundo de las bonificaciones. Debo reconocer que siempre me intimidaron un poco los 874 hombres con chaleco de lana que, al entrar a un emporio de electrodomésticos, franquean la entrada, miran a los ingresantes y luego, cuando éstos atravesaron la línea de sus cuerpos, se los disputan con la mirada.
Hoy, fuimos a elegir una cocina, luego de dictaminar que la nuestra había pasado por la agonía, la muerte, la zombificación, el tiro en la cabeza (que es lo que mata a los zombis, afirma el experto) y la momificación. Así, no hay papas al horno que salgan bien. Por eso, nos dirigimos al retail (así dicen los que saben bián) más cercano. En 45' de seducción y rechazo, nos enteramos de que nuestro vendedor
tenía un espacio para la cocina que es igual al nuestro,
vivía en pareja con un hijo pequeño,
había trabajado en Renault por un sueldo mísero,
antes de ser un hombre sensato viajaba a 200 km/h en un Fiat 147 tuneado,
que era de Lanús (de pie)
pero vivía en Quilmes (botellazo a la Nicole),
que el pollo con papas salía genial en esa cocina,
que le estaban controlando el tiempo de atención
pero que su jefe, el gerente —"un tipo muy bueno pero que no puede descuidar el negocio"—, había tenido un día de buen humor y nos había "bonificado" tanto el flete como una garantía de 5 años.
El alma de los vendedores es tan insondable como digna de admiración. Ellos son los verdaderos artífices del stand up. Por eso, es seguro que algún castigo los debe esperar en el más allá de las compras.

viernes, 23 de abril de 2010

Presunción

Noto que la actividad de opinión pública no es algo que convoque a los queridos visitantes de este blog. O tal vez sean clásicos y no les apetezcan los "inspector gadget" que irrumpen en la perezosa estructura de Insolada. No importa, la encuesta sigue y terminará como empezó: con casi un 100% de voto en blanco.

martes, 20 de abril de 2010

Vacuno

¿Hasta cuándo la gente seguirá diciendo "¡ay, estamos viajando peor que las vacas! Seguro que los animales están mejor que nosotros en el camión"?
Habladores en vano, tal vez les falta un dato importante para considerar:

LAS POBRES VACAS VIAJAN EN ESOS CAMIONES, LA MAYORÍA DE LAS VECES, RUMBO AL MATADERO. ASÍ, USTEDES SE LAS PUEDEN COMER Y TIENEN FUERZAS PARA HACER COMENTARIOS BOBOS.

Si completan la idea, tal vez se les alivie un poco la autoconmiseración y cierren la boca.

lunes, 19 de abril de 2010

Contrato

Creo que es urgente rehacer el contrato de convivencia dentro de los colectivos. Numerosas "novedades" han surgido como para que el clásico "bajá el brazo que tu olor me voltea" sea suficiente para sobrevivir en la batalla del transporte. Algunas de estas anomalías ya han sido tratadas en este blog, pero bien vale el repaso reivindicativo. Por eso, propongo reglamentación urgente para las siguientes 10 cuestiones conflictivas:

1. Los idiotas que ponen música en el celular sin utilizar auriculares. De manera especial, sugiero una sanción ejemplificadora para los nuevos dioses del cumbiatón que asolan las unidades de diferentes líneas.
2. Los encimados que no cuidan la mínima separación entre espalda y espalda: si el colectivo está despejado en algunos sectores, ¿por qué debería tener a alguien frotándose contra mi intolerante pescuezo?
3. Los hombres desconsiderados que se sientan en su asiento pero abren las piernas de modo tal que la línea de su rodilla se extiende hasta la mitad del otro asiento.
4. Los egoístas que comparten el travesaño para sillas de ruedas —cuando no hay ninguna— y, sabiendo que 3 personas pueden recostarse bastante bien, cuando se baja una de las tres se corren para que no pase nadie más.
5. Los pegajosos que le dan besos ruidosos a sus parejas durante un viaje en hora pico.
6. Los desubicados que se paran enfrente tuyo cuando conseguiste una fracción de espacio en la zona citada en el ítem 4 y, como deciden sostenerse con el marco de la ventana —que está detrás de tu nuca—, te atraviesan su brazo todo el viaje, de tal manera que si girás la cabeza para ver la calle, te limpiás unos mocos imaginarios (o reales, se lo merecen) en su antebrazo.
7. Las maleducadas que se transforman en rugbiers cuando, en la otra punta del colectivo, advierten que un asiento se desocupa.
8. Los postes humanos que se niegan a ir más para atrás y se perpetúan en el estrecho espacio que hay entre la máquina de boletos y el asiento de enfrente.
9. Los obstáculo con pies que siempre, estén donde estén, molestan y se quedan en el medio de todo (yo suelo pertenecer a esta clase).
10. Los culopesado que, en los asientos de a 2, no se levantan para dejar paso al pasajero que estaba sentado del lado de la ventanilla y quiere bajar. Cuando me sucede a mí, el cuarto de giro para retirar solamente las rodillas les genera, si son mujeres, un culazo instantáneo que las pone al borde del desnuque y, si son hombres, un rodillazo en las piernas que se asemeja mucho a la paralítica futbolera.

Nueva ley de convivencia colectivera, por favor. La otra quedó demasiado demodeé. Cada vez somos más feroces.

jueves, 15 de abril de 2010

Oiga!

Llamé por teléfono a un centro médico porque necesito un turno con un otorrinolaringólogo.
Los depósitos de mis orejas podrían participar en la restauración de todo el Museo de Cera de Londres.
Puaj, sí, ya lo sé. Pero pertenezco a la parte de la humanidad que requiere una limpieza de oídos cada un par de años. Es así, debo asumirlo. Pero yo no soy la única que estoy escuchando mal, pues el recepcionista me jugó una extraña competencia de sordera.

—Centro médico, buenas tardes.
—Hola, qué tal, quisiera pedir un turno de otorrinolaringología.
—Muy bien. ¿En qué horario le gustaría?
—Eh, bueno, creo que por la mañana estaría muy bien, porque también tengo que ir al laboratorio a hacerme análisis.
—Ah, entonces, si es a la mañana, tengo para el 6 de abril.
—Unas tres semanas. Y si no te pido a la mañana, ¿tenés un turno más pronto?
—A ver, si no es a la mañana... Lo único que tengo es el 30 de abril, viernes.
—Bueno, dale. ¿Qué horarios tenés libres?
—10,45, 11,15 y 11,45 de la mañana.

miércoles, 14 de abril de 2010

Habló

Mi padre lee este blog, y pide su derecho de respuesta sobre el último post que protagoniza:

Muy lindo tu relato hijita!!!!!!!! Pero.... me tiraste debajo un 60 en plena manifestación en Congreso, al equivocarte diciendo donde iba dirigido ese tan buen lente: era al costadooooo!!!! ¡LOS RIÑONESSSSS!!!!
Exijo pronta rectificación de su comentario. Caso contrario los próximos CHIPA llegarán a Flores munidos de pequeñas partículas que ocasionarán volver a ponerse el apellido. Gracias, BESOS!!!!

Hecha la salvedad, me retiro. Y él también.

martes, 13 de abril de 2010

Hilación

¿Cómo es posible que en una clase de 4 horas, con la cuota de dispersión que ello implica, haya personas que todavía pueden hacer observaciones incluyendo palabras y frases tales como:
* deconstrucción
* dialéctica
* y, en el mismo movimiento,
* lo que le discute X a X es
* corresponde al periodo posestructuralista
* se inscribe en una lógica de
* tiene claras influencias althusserianas
* la crítica de X al marxismo apunta a
* desde una visión lacaniana
* en el temprano hegel

En esos momentos, pienso que mi trabajo de investigación debería versar sobre Jacobo Winograd y Silvia Suller. Algo así como la ideología alemana, pero sin Marx y con mucho Intrusos. Puede ser un negoción.

domingo, 11 de abril de 2010

Dulzura

Mi papá, oficiando de progenitor de dos hijas que ya están grandecitas, tiene un problema de referencia: como se acostumbró a pensar que todas las nenas amigas de sus hijas eran como sus hijas, ahora asocia a todas las mujeres de la edad de sus hijas como también si lo fueran. En eso, no ha cambiado. Cuando yo trabajaba en una redacción, él pasaba a la hora del almuerzo para regalarme un chocolate y, como siempre tenía que dejarlo en la recepción, terminó por llevarle chocolates también a la recepcionista. Por eso, me vi obligada a decirle a la chica:

—Agarrá los chocolates tranquila; mi padre no te quiere levantar. Lo que pasa es que todas las chicas cercanas a mi edad se unifican, para él, en la figura de su hija. Es más: si querés pedirle otra golosina en lugar de ésa, avisale que te la trae feliz y contento.

Ayer, hablando por teléfono, me cuenta que en su seguidilla de análisis médicos le llevó un chocolate a la recepcionista, porque hacía varias mañanas que la veía. Aún sabiendo que es un adorable, otra vez la obligación aclaratoria volvió a mi mente, pero me encontré con sorpresas:

—Pá, es simpático lo que hacés, pero cuidá el público. Por ahí, estás quedando como un viejo verde y no te das cuenta.
—¡Pero no, nena! Si estaba con tu madre al lado. Además, te podrás imaginar que no estaba como para hacerme el galán.
—¿Por qué?
—Porque la chica estaba viendo en mi historia clínica que había venido a hacer una ecografía de próstata. Hubiera sido un papelón. Y además, también le llevé un chocolate al médico. Un Dos Corazones.
—¿Dos Corazones, papá? Ése es un chocolate muy manfloro, ¿cómo le llevaste eso?
—No, boba, era un chiste. Le llevé un Shot.
—Ah, bueno, por lo menos es un chocolate más macho.
—Y, sí, ¿qué le voy a llevar a la mañana? ¿Un vino? ¿Estuve mal?

Chan, chan.

miércoles, 7 de abril de 2010

Educador

Guitarra
Las clases son una vez por semana. Músico de alto nivel. Profesor superior título legal. Método propio. Estás cerca de mi casa. No voy a domicilio. Entrevista gratis. Hobby o profesional o diversión o pasión. Experto en principiantes. En la clase te presto el instrumento.

Volante pequeño, impresión casera, pegado con cinta de papel en la puerta de mi casa.
Me hizo acordar al glorioso Prof. Acoso (click).

martes, 6 de abril de 2010

Blablando

"Todo lo que no te contaron sobre la historia argentina, ahora lo vas a poder contar por teléfono"
Teaser en aviso electrónico. Andén de la Est. Plaza Miserere, FF. CC. Sarmiento.

Sin duda, todo lo que al redactor del mensaje no le han enseñado a escribir, lo está escribiendo para las publicidades urbanas. Curiosa la promesa: una mezcla de educación y de denuncia/chusmerío, que también hace pensar en la vocación opinológica de los muchos que hablan sin saber.

domingo, 4 de abril de 2010

Rebrote

Y justo cuando mi amiga (M) me comenta que, por ahí, el perro me mordió sorpresivamente porque percibió que un espíritu extraño me acompañaba —y no se refería a mi ánimo—, el cantero de la vereda de casa es el escenario de un extraño mensaje.
Hace varios meses, decidí plantar un aloe vera en la puerta de casa, considerando que era una planta aguantadora y sin demasiado valor comercial como para que cualquiera nutra su kiosco de oportunidades arrancándola. Creció contra viento y lluvia, contra los pis de perro y contra los culopesado que arrojaban su bolsa de basura desde el umbral y, oh casualidad, siempre encestaban en el medio de sus hojas. Un día, se hizo fuerte y tuvo un hijo: un pequeño brote de aloe que apareció a su lado. Otro día, algún bienaventurado desconocido decidió que estas plantas crecerían mejor en sus macetas y se las llevó. Debo decir que la extracción fue prolija y hasta nivelaron la tierra.
Hoy, apareció el brote-hijo en el mismo lugar donde estaba antes del hurto. Un poco más grande, pero rozagante, firme, y como diciendo "Vilma, ya llegué". ¿Cargo de conciencia? ¿Un caso de aloe zombi (que opine el experto)? ¿El aloe aprendió el camino a casa y se escapó de su lugar de captura? Un verdadero misterio, que no tardará en ser objeto de un nuevo robo.

jueves, 1 de abril de 2010

Excusas

¿Estás viendo por el lobotomizante TN cómo la gente está llegando a la playa? ¿Llamaste a tus amigos y todos están con la sombrilla o el mate en el bolso? ¿Fuiste a la panadería, como yo, y cuando repartieron números para un sorteo, el 70% de la gente lo devolvió diciendo "no, gracias, no voy a estar" (y vos lo agarraste, obvio)?
¡No te preocupes!
Acá tenés unos consuelos de pobre para los que nos quedamos en Semana Santa y estamos trabajando en un día de sol como éste:
1. Qué bueno no sufrir el tráfico de ida y de vuelta.
2. Eludimos los precios leoninos de los feriados.
3. "Vivimos" una Buenos Aires vacía.
4. Viajamos sentados en los colectivos.
5. Adelantamos trabajo, o no nos atrasamos.
6. Podemos hacer fiaca.
7. Tenemos tema para escribir en el blog.

1. De tráfico está hecha la ciudad, no digamos pavadas.
2. Ni que quisiéramos comprar caviar; el mate lo arregla todo.
3. "Vivir" y "Buenos Aires" son conceptos opuestos.
4. ¡Qué me importa!
5. Uf.
6. ¡Mentira! Siempre hay mil obligaciones y tareas para hacer.
7. Para este post, mejor me estaría sacando una foto con el lobo marino de la Bristol.