sábado, 30 de octubre de 2010

Panificado

Yo: es un muchacho contundente, de ésos que no son ni gordos ni flacos, sino como tubulares, macizos.
Mi hermana: ah, como un scon. ¡Un hombre-scon!

jueves, 28 de octubre de 2010

Perfil

Si llega a tu casa y se descalza todo el día,
si vive con los pies sucios y se acuesta en las sábanas limpias,
si intenta cocinarte un plato recompensa cuando sólo querés que se vaya de tu casa,
si insiste en preguntarte cosas profundas de tu vida y en contarte (ay) las suyas,
si ha realizado un viaje por América Latina viviendo en comunidades sin luz ni jabón,
si considera que enfermarse por no prevenirse con un buen remedio es natural y aceptable,
si consumió sustancias alucinógenas y tuvo una visión tan reveladora como idiota,
si lee libros de autoayuda en cada posta de su maldito viaje,
si pretende llevarse 5 tips básicos de historia del continente americano,
si después de recibir la información —que lógicamente incluye cuestiones de estafa por parte de Europa— comienza a hablar de la superación personal y del camino individual,
si confunde alojamiento a secas con amistad y sintonía espiritual,
si cree que permanecer mucho tiempo en tu casa es visto como un halago,
si te dice algo así como "me gusta conocer los lugares por lo que me dice la gente, por eso prefiero quedarme hablando y no recorrer si me da pereza",
si se compró ropa en Bolivia y Perú,
si está intentando cebar mate y cree que lo logró,

estás frente a un especimen aterrador: el hippie europeo que se compró un pasaje por Sudamérica como si fuera a visitar un zoológico inmenso. Por tu bien, cerrale las puertas de tu hogar y no le atiendas el teléfono. Te lo digo por certera y dolorosa experiencia. Ya habrá más información para este boletín.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Ya vuelvo.

martes, 19 de octubre de 2010

Look

Y en esa noche, cuando le sugerí a mi amiga que le dijera que sí a ese muchacho, ella me contestó con la definición más brillante de todo nuestro encuentro:

—¿No ves que tiene campera de jean? Es como un amigo, ¡un amigo con campera de jean!

sábado, 16 de octubre de 2010

Teléforro

1 hora ininterrumpida durante la que una persona llamó y llamó a mi casa, en forma ininterrumpida, a los dos teléfonos y al celular de mi concubinovio —por lo que se dedujo que el insoportable lo buscaba a él—, me hizo reflexionar en el clímax del mal humor sobre un perfil humano que detesto: el que no maneja la ansiedad en relación con las comunicaciones teléfonicas. Yo también tengo un pésimo manejo de ese aparato, pero porque odio atenderlo, odio hablar mucho tiempo y odio que que me sucedan más de dos llamados en la misma hora. Pero el ansioso telefónico tiene un mal manejo que me desespera, dado que utiliza la vía del acoso y no la de la evasión. Por eso, luego de haber atendido y haber maltratado a otra persona que llamaba por primera vez, pensando que era él, al ansioso que me molestó hoy le dedico dos regalos: 1) el peor fin de semana posible; 2) 5 máximas para que se las tatúe en los glúteos, así por lo menos tiene una actividad para pasar el tiempo entre llamado y llamado: torcerse por completo frente al espejo para leer estos lemas de vida.

Estimado ansioso telefónico: a manera de tarea hogareña, te envío estas meditaciones sobre el modo en que usás tu aparato preferido. Estudialas y recordalas cada vez que marques el número correspondiente a mi línea.

1. Las probabilidades de que alguien que no se encuentra disponible al teléfono, lo esté en los próximos 5 minutos, son bajísimas. Asumilo.
2. La persecución por todos los números posibles sólo genera, en el otro, un pensamiento: "No voy a atender, y reventá con el tubo en la mano". La pena es que ese happy end es tan poco probable como el lema N° 1.
3. El acoso telefónico genera, en los que acompañan al destinatario de este ansioso, un estado de mal humor que se derramará completo sobre su objeto de deseo, al estilo de "¡A ver si atendés a este pelotudo, por favor! ¿Por qué no le das sólo tu número de celular, y no el de casa?"*. Ergo, esta persona no va a querer hablarte por mucho tiempo, debido al mal momento que tuvo que aguantar sin demasiada culpa.
4. Es probable que quien acompaña a tu objeto de deseo atine, en el timbre 178, a atender el teléfono, con las consecuencias previstas: el ansioso, esa única vez, no era el que está del otro lado, y un voluntarioso inocente soporta un ataque de furia que lo remonta a niveles subterráneos de autoestima.
5. Tu actitud, posiblemente, sea uno de los factores por los que tanta gente te tiene en tan baja consideración**. Sumale dignidad a tus comunicaciones, por favor.

Ya sabés: tinta indeleble en las pompis, y que otro se ponga a escribir estas frases salvadoras para tu vida. De nada.

* Testimonio de la vida real.
** Acá surgió la autoayuda de tupperware que tantas frustraciones me causó en el pasado. Todo, por este tipo de sujetos, grrrrr.

sábado, 9 de octubre de 2010

Deseo

Como cada dos meses, la parroquia que está a la vuelta de mi casa realiza una actividad benéfica para recolectar dinero (cuándo no). Ritual de beneficencia que consiste, paradójicamente, en vender pollos asados: una práctica para ayudar a ciertos seres vivos que implica la extinción de otros. La opción de las tortas, de las bufandas, de las pavadas con arcilla o de los horrorosos regalos escolares del día de la familia quedaron a un lado para los cerebros parroquiales, que creyeron más atractivo gestionar una matanza de animales para colaborar con otros animales, lo que podría considerarse una intervención selectiva de la cadena alimentaria.
Es así que, cada vez que veo el pasacalle de anuncio de feria de pollos (encima, un pasacalle) elevo la misma plegaria:
"Por favor, que un día lleguen pollos gigantes que defequen y pisen, en forma alternada, esa iglesia".
"Por favor, que un día lleguen pollos gigantes que defequen y pisen, en forma alternada, esa iglesia".
"Por favor, que un día lleguen pollos gigantes que defequen y pisen, en forma alternada, esa iglesia".
Estamos en octubre, y la próxima kermesse antiecológica llegará en diciembre: ¿Navidad me traerá lo que espero? Juro que sería la primera vez que esa fiesta me caería un poco, sólo un poco simpática.

jueves, 7 de octubre de 2010

Conmovimiento

Si hay algo peor que el cumbiero militante a bordo del colectivo, es el cumbiero sensible militante a bordo del colectivo. Reproducción de diálogo:

—Qué bueno, che, hay un nuevo tema de La Nueva Luna en la que piden que vuelvan todos los grupos de antes, de los 90. Re-bueno. Todos, que vuelvan todos.
—¿Si? ¿Pero quiénes?
—Todos, loco, te lo digo y se me pone la piel de gallina. Malagata, Sombras, Comanche, todos.
—Es que La Nueva también es re-viejo, es de los 90.
—Sí, pero tiene unos temas buenísimos, como ése que dice "Argentina es mi país, Argentina es mi país".

—Uy, sí, ése lo hicieron cuando estaba la crisis acá, ¿viste?, cuando todo estaba re-mal.
—Sí, voy a tener que ir a verlos, porque dicen que lloran todos. Re-fuerte debe ser. Tengo que ir.
—Che, pero qué lindas canciones que tenía Rodrigo, ¿eh? Alguien debería cantarlas, porque son muy buenas. Como ésa en la que el tipo la basurea a la mina y, cuando la va a buscar porque la quiere, ella ya se fue con otro.
—¿Ésa es de Rodrigo? ¿Cuál es?
—Ay, no me puedo acordar, pero era buenísima.
—Si me la tarareás, te la saco al toque.
—Ay, no me sale. Bueno, pero tenía otros temas buenísimos: "El pasado da las 6, como acordaron ayer...".
—"Se desespera porque, el miedo ronda otra vez"...
—Ésa que me decís debe ser de La Nueva, que tiene temas hermosos. Sí, mirá, yo me voy a ir la próxima vez que toquen, me voy con mi señora y listo. Voy a llorar, loco, no sabés cómo voy a llorar.
—¿Te acordás que el Potro le hizo una canción a Diego cuando estaba mal? Qué bueno que estuvo eso.
—Sí, "una zurda inmortal, con sedienta ambición de llegar"...
—"De cebollita soñaba jugar un Mundial, y consagrarse en primera"...
—"Tal vez jugando pudiera, a su familia ayudar"
—Sí, qué buenos que eran los temas del Potro.

Me levanté para tocar el timbre y ellos cantaban al unísono, despacito, conmoviéndose en que el otro también sabía la letra. En el otro extremo del asiento del fondo, una chica le decía al novio: "Y ahora me vas a decir que los policías tienen que cuidar los derechos humanos de los chorros, la hicieron re-bien", mientras él le contestaba: "Esto que pasa es todo por la cumbia villera, ¿viste las letras que tienen? Todo sobre choreos". Del sensible al villero, todo cabe en la caja de pandora de la cumbia.

lunes, 4 de octubre de 2010

Diffèrence

Entre las especificidades detectadas en mi barrio, hay una muy notoria que ya se ha mencionado en este blog: la idiosincracia de las dietéticas. Nada de búsqueda en góndolas glamorosas, de hallazgos internacionales o de variedades de hongos que nos hagan sentir, por 2 ó 3 minutos, que estamos organizando una comida que será televisada por El Gourmet. No, nada de eso. En las dietéticas de Parque Avellaneda, los desórdenes gastrointestinales, las obstrucciones varicosas y los edemas generalizados constituyen los marcos de referencia para vender productos: "cola de caballo, diurético"; "centella asiática, para la circulación y la celulitis", "alga X, para el estreñimiento", y así. Teniendo en cuenta este patrón, ahora sí puedo contar que asisto en forma cotidiana a una tienda oscura e inhóspita, ubicada en la calle Pergamino, atendida por los ex-empleados del tren fantasma, que vende legumbres, cereales, condimentos, miel, manteca de maní (sí, en serio) y otras menudencias de la rama de lo seco. Pertenece a esa clase de negocios en los que no hay ninguna intención de vender, y donde hay que esperar 15 suplicantes minutos para que alguien pose la mirada en uno y se dé cuenta de que necesita 1 maldito kilo de arroz yamani.
Hoy, el juego de las diferencias me sorprendió y me dejó en off side (u "orsai") cuando pedí, presuntuosa, 1/4 de all bran. Pasemos a la comparación ejemplificadora.

Dietética de Palermo. Vendedora y compradora frente a 1/4 de all bran. Una señora mayor espera junto con su sobrino de 30 años aprox.
Señora mayor: ¿qué es eso?
Vendedora: all bran.
Señora mayor: ¿y para qué sirve?
Vendedora: es una buena forma de evitar que el chi, que es la energía, se obstruya. Porque si tratamos de trabajar el prana, que es la respiración, y no pensamos en el fluir de la energía, siempre faltará algo para estar bien.
Sobrino de señora mayor: sí, mi novia lo come.
Señora mayor: ah, mirá qué interesante.
Compradora del dichoso all bran: eh, la verdad es que lo compro porque lo como mientras tomo mate, es rico, sí.
Vendedora: te hace super bien, ¡un saludo a Shiva por la existencia del all bran!

Dietética de Parque Avellaneda. Vendedora y compradora frente a 1/4 de all bran. Pregunta de cliente en espera (señora mayor).
Señora mayor: ¿qué es eso?
Vendedora: all bran.
Señora mayor: ¿y para qué sirve?
Vendedora: es para ir al baño.

Sobrino de señora mayor: compralo vos, tía, que tenés esos problemas.
Señora mayor: sí, la verdad es que lo tendría que comprar yo también.

Compradora del dichoso all bran: bueno, no sólo para ir al baño, yo no tengo problemas, es rico también, se puede comer con el mate, o se lo ponés al yogur, o así solo, hay varias personas que lo compran para eso, para ir al baño, pero no todas, porque también sirve para llenarse más rápido, y es fibra, que es buena más allá de ir al baño, para mí es como si fuera pochoclo, ya me acostumbré, también como otros cereales, que también me llevo ahora, sí, sí...
Vendedora: sí, pero también es para ir al baño.

Comprenderán cuál fue mi caso, y cuáles fueron mis explicaciones. Últimamente, el ridículo se vuelve extrañamente confortable.

viernes, 1 de octubre de 2010

Excusas

Luego de una semana de muertes famosas —en diversos grados de estrellato—, he recopilado una serie de explicaciones sobre la muerte que hacen que, otra vez, en medio de la tristeza siempre haya lugar para la violencia. Este es el podio de los consuelos más idiotas:

Puesto N° 3: "No se sientan mal, porque desde hoy hay un nuevo ángel en el Cielo".
Pregúntenle al nuevo ángel si le interesaba esta metamorfosis. Además, si supuestamente el Cielo está lleno de esos seres sin espalda —nunca entendí ese dicho—, la incorporación de un nuevo integrante sólo aumentaría la superpoblación de criaturas celestiales.

Puesto N° 2: "Dios lo llamó para que estuviera a su lado"
¿Desde cuándo a uno lo llaman para trabajar para un puesto tan lejano a su perfil? Aun cuando haya sorpresas, siempre surgen en ámbitos cercanos al que nos desempeñamos: no habría razón para que a alguien que trabaja como vivo lo llamen para ocupar una vacante de muerto. Por lo pronto, sólo quiero saber cuál es la consultora que trabaja con Dios, averiguar su número de teléfono y poner un detector de llamadas en mi casa.

Puesto N° 1: "Era demasiado bueno para este mundo"
Un castigo a la bondad que es realmente inaudito. ¿Entonces los deudos del demasiadobueno son mala gente, deshonesta, mentirosa e indigna de tal sanción? ¿Los que nos quedamos somos todos una basura? ¿El que fue tan bueno debe arrepentirse de haber obrado bien con su entorno? Me parece que no hay incentivo mayor para la maldad que esta excusa de la muerte que sólo abona el egocentrismo ajeno —y extinto, por otra parte.

Estas elaboraciones irreflexivas e irritantes las encontré, en su mayoría, en foros virtuales. Tengan cuidado, consuelólogos entusiastas, porque el retwiteo motiva el reputeo. No se excedan.