sábado, 29 de marzo de 2008

Previsión

Mi amiguísima Daria escribió hace algunos días sobre los signos del hacerse grande.
Y debe ser una sensación colectiva (tan sutil e inevitable como la gripe pegajosa que atacó a muchos esta semana), porque ayer,

en el baño
de un hotel paquete para turistas
donde caí con paracaídas
para trabajar en un congreso de salud mental
donde la gente pagaba mucho para estar
y a mí me convenía cobrar por horas
para remontar el bache económico
provocado por la albañilería en casa,

me pregunté si ya estaba haciendo cosas de vieja, porque estaba guardando medio metro de papel higiénico de 1ra. calidad en la cartera, por si en mi próximo destino —la Hemeroteca del Congreso de la Nación— no había insumos en el toilette.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Circularidad

Que la gente se vaya durante el feriado del 24 de marzo,
no sepa la razón por la que es un día para recordar por siempre
(no para irse a la playa)
y hoy tengamos que ver a los hijos de los estancieros,
vestidos con remeras de Superman y protestando en Libertador y Olleros,
es un continuum argentino asqueroso.

lunes, 24 de marzo de 2008

Uf

Niños ricos que pasaron los 40 y no tienen tristeza, sino pereza.
Siempre llegan a mi caótico cronograma de trabajo, confío en ellos y me hacen perder el tiempo.
¿Habrá un detector para estas larvas humanas?
En fin: el olfato laboral es un sentido que se debe adiestrar pero, en el transcurso del aprendizaje, suele encontrar bastante putrefacción.

sábado, 22 de marzo de 2008

Triunfalismo

(Publicidad colgada a la altura de los ojos del que se sienta en un inodoro instalado en el baño de un shopping)

AL RITMO DE TU CIUDAD
FM BLA, BLA, BLA
UN ÉXITO CADA TRES MINUTOS

¿En cuál ciudad viven?
Porque en la que yo vivo —que es donde se encontraba también este aviso—, cada tres minutos puedo percibir:
embotellamientos
oleadas de fastidio respirable
insultos y reconvenciones algo fascistoides
niños sin nada que necesitan todo
animales enflaquecidos viviendo los reveses del cariño snob
gente con ganas de huir y preguntándose cuándo viene el próximo fin de semana largo

pero un éxito cada tres minutos, eso sí que no lo he vivido.
Milagros de la música pop sólo para entendidos.

lunes, 17 de marzo de 2008

Intercambio

Mi incapacidad para negociar sobre dinero,
mi creciente aversión a charlar temas ríspidos monetarios en los que habrá un amplio desacuerdo
y mi perfil huidizo en situaciones tensas que me enfrentan a un contrincante no dispuesto a ceder,


se han exacerbado esta mañana, en la que tengo que subirle una botella de agua a los albañiles que, el jueves, anunciaron que nos iban a cobrar el doble por las tareas pactadas. El viernes hubo un conflicto diplomático bastante marcado. Y pensé que no volverían, pero aquí están. Porque cuando quiero escaparme, las cosas siempre salen al revés (ellos vienen, yo estoy, todavía no resolvimos nada sobre el $$$).

sábado, 15 de marzo de 2008

Revés

Luego de una semana que abundó en informes fúnebres, recordatorios y demás testimonios llorosos...

¿No odian con todas sus fuerzas a la insoportable de Catalina Dlugi y sus biografías soporíferas?

miércoles, 12 de marzo de 2008

Comunicación

Máxima del día de hoy: no se pueden tomar colectivos que circulan por las estaciones que no corresponden a nuestros croquis natal, es decir, aquellas cuadrículas urbanas por las que uno pasa incansablemente desde hace varios años.
En Lanús puedo saber específicamente dónde para el ómnibus N°3.459.032, dado que mi memoria ha enlazado locales cerrados y vigentes, semáforos que funcionan y afiches peronistas que, en conjunción, arrojan la coordenada exacta del poste numerado donde se detiene el colectivo que se requiere abordar.
En cambio, en otras estaciones (de medianas a grandes), esa posibilidad se anula por completo.

Ficha didáctica para comprender la indicación:
Ayer me equivoqué el sentido de la línea del subte A (tomé el que iba para Primera Junta en lugar del que se dirigía a Plaza de Mayo) y quedé varada en Plaza Miserere. Es decir, no confundí ni debatí el significado de la existencia de esa línea de subterráneo, sino que viajé en dirección contraria a mi conveniencia. Considerando que ya estaba a mitad de camino y que no correspondía rehacer el trayecto completo, deduje que algún maldito colectivo de Once podía acercarme hasta mi casa. Según testimonios de los eternos deambulantes de esa plaza, supe que el 86 podía auxiliarme en esta campaña y que la parada no estaba lejos.
Hasta allí llegué y, en el breve camino, encontré:
- 2 filas de 50 personas cada una, que confluían en el mismo poste;
- 1 colectivo 86 que llegó, hizo descender a algunos pasajeros y se fue, sin que nadie subiera;
- Otro colectivo 86 que, ese sí, iba tragándose una fila cansada y algo malhumorada de gente.

Frente a la confusión en la que me encontraba —perderme geográficamente hace que me pierda mentalmente—, le consulté a la chica de la hilera de al lado en cuál de las dos filas era correcto esperar el 86.

—En las dos —me contestó.
—Ah, ¿y entonces por qué recién llegó un 86 y se fue, medio vacío, sin que nadie lo tomara? —terminé de nublarme conceptualmente yo.

La chica me miró con cara de desconcierto y una mujer que estaba atrás, que no tenía rasgos que demostraran mucha más cordura que los míos, comenzó a sonreírme y a decirme "bueno, sí, sí", como si yo estuviera drogada, loca o borracha. No hay nada peor que darse cuenta de que una está dando esa imagen, porque comienza a desarrollar actitudes que confirman, ya sin dudas, lo que el otro está pensando, a saber:

1. Desarrollé explicaciones sobre el 86 fantasma que había visto y que se había ido sin conquista de pasajeros;
2. Concluí mi exposición con un "¡Me están contestando como si estuviera loca!", lo que afirmó aún más la presunción anterior;
3. Como si fuera una opción terapéutica, la chica —que me guardaba un poco más de respeto— me contestó lo nunca preguntado: "Es que el que están tomando ahora va por la autopista", lo que no me ayudó en absolutamente nada;
4. Finalmente, me quedé tildada al costado de la fila evaluando que ese vehículo me llevaría a la dimensión desconocida; por eso, di media vuelta y regresé al subte, haciendo el trayecto que debería haber comenzado hace 20 minutos y que se alargaría 20 minutos más.

No tomen colectivos en estaciones grandes a las que no están acostumbrados. Las ambulancias de Salud Mental están ahí, patrullando y observando a todo el que demuestre su verdadera patología sólo por no tener una GuíaT a mano.

martes, 11 de marzo de 2008

Pajaribalismo

Ayer a la tarde, caminando por Plaza Houssay, vi a dos pájaros (gorriones o de ese estilo, no eran palomas), peleándose y picoteándose por un ala de pollo cocinada.
¿Es que no se dan cuenta de que es un colega?
Ya no hay códigos.

viernes, 7 de marzo de 2008

TodasDeCal

Cosas que aprendí en los 10 días de convivencia con los albañiles:

- De esta rama de trabajadores, los hay de (por lo menos) tres clases:
1. los que almuerzan "en obra" (se compran unas empanadas y listo);
2. los que van a almorzar a sus hogares y regresan a media tarde —con lo que se quedan hasta más tarde en TU casa—;
3. y los que, inusitadamente, almuerzan en obra y deciden dormir una siesta antes de comenzar la segunda parte de la jornada.

Los albañiles que trabajan en casa son muy ubicados y pertenecen a la categoría número 2, pero existen casos relacionados con la 3.

- Es inútil intentar parecer despabilado: ellos saben que te levantaste de un salto y te cambiaste en el intervalo medido entre el "¿quién es" al portero eléctrico y la apertura de la puerta de calle.

- A pesar de que una escuche con más atención lo que el albañil dice, el hombre de la casa siempre querrá hacer ostentación de un saber que pretenden instintivo del sexo masculino; de este modo, las preguntas de la mujer siempre parecerán obvias (pero no hay que dejarse engañar).

- El alto nivel de estrés que genera esta verdadera campaña logra, por ejemplo:
1. Un furibundo deseo de huir para siempre, donde haya iglúes o pirámides antíquisimas en alquiler;
2. Resaltar de amarillo fosforescente las rispideces de las relaciones humanas dentro y fuera de la obra en construcción;
3. Renovar el llamado a la ex-psicóloga, de la que una se escapó cobardemente "por cuestiones de falta de tiempo" hace casi un año.

De acuerdo con esto, podemos establecer que albañiles, psicólogos, terapeutas familiares y de pareja, bares de bebidas alcohólicas y dealers de psicotrópicos relajantes podrían trabajar en conjunto, formando una verdadera red de causas y consecuencias para que los potentes mazazos a la condición mental sean cuidadosamente revocados con el material más adecuado, según cada caso, con la correspondiente reposición de membrana (si corresponde). Si no creen esto, tan sólo vengan a casa para tomar mate conmigo .

martes, 4 de marzo de 2008

Yoamoamimamá

Otra vez me cedieron el asiento pensando que mi abdomen inchato se debía a un embarazo (incipiente, por lo menos quiero creer eso).
(Tantos años de gimnasia para nada)
Lo peor, es que totalmente inconsciente del fallido, me senté feliz y desplegué mis apuntes; en ese momento, levanté la vista y el señor continuaba a bordo del colectivo, blasfemando mentalmente contra la fertilidad femenina.
(¿Conservar el asiento o rebelarse contra la preñez autoritaria? That is the question)
Lo llamé cordialmente y lo invité a recuperar su asiento, "porque yo pensé que te bajabas, por eso me senté".
(El tendría que haber salido del paso diciendo "no, quedate, porque yo en un ratito me bajo")
El señor regresó al asiento y sobrevivió la siguiente media hora de viaje masajeándose el entrecejo, en señal de escondite anímico y, tal vez, algo de cansancio laboral.
(Uf, ahora todos los pasajeros mirándome la panza e indagando sobre mi situación de posible gravidez)
Al final, no llegué a la clase de gimnasia de ese día y, en represalia anónima, me compré un pan relleno con cebolla y queso, para compartir y tomar mate.
(La dictadura abdominal es una práctica idiota de los hombres que, casualmente, no se caracterizan por una musculatura ventral privilegiada)

domingo, 2 de marzo de 2008

Puerta-a-Puerta

En Juan Bautista Alberdi al 2600 hay una sinagoga, una iglesia de adventistas del séptimo día y un templo evangelista.
En Juan Bautista Alberdi al 2700 comienzan la variada y colorida galería de cabarets, con invitaciones sugerentes y luces dolorosas para verlas todas juntas.
Si bien el sentido de la calle va desde el centro hacia Flores, ¿cuál será el sentido de la circulación peatonal en la vereda?
Bah, qué post bobo.